Recuerdo que hace un par de años, mi amigo Kai Fusser (entrenador físico de Annika Sorenstam) le describía a mis alumnos cómo realizar un calentamiento de calidad antes de tirar bolas o jugar en el campo. Fue una sorpresa (incluso para mí) que tratar de estirar los músculos antes de salir al campo no es el método más eficiente. ¿Porqué? Porque los músculos están frios y esto incrementa el riesgo de estrés y lesión en ligamentos y tendones. Así es que pretender estirarse mientras se cuelga uno del carrito de golf un par de veces al llegar al tee del hoyo 1 no va a maximizar su potencial y puede incluso incrementar el riesgo de lesión. Recordemos que el swing del golf es un movimiento tremendamente explosivo que implica un consumo de 95% de energía en los 2 segundos que dura el mismo.
Por tanto, lo que Kai recomienda es comenzar con una rutina ligera de calentamiento dinámico que va a elevar el ritmo cardiaco y la temperatura corporal. Esta rutina puede consistir de ejercicios tales como saltar a la cuerda, saltos de tijera (laterales y frontales), saltos con rotación, desplantes y rotación de brazos. Cualquier movimiento que afloje las articulaciones y promueva que el cuerpo se mueva libremente. Adicionalmente, estos ejercicios tienen un efecto positivo en el sistema nervioso y estimulan la coordinación.
Habiendo dicho lo anterior, hay un tiempo y lugar correctos para el estiramiento y éste juega un papel importante en el nivel general de desempeño físico en el golf. Por ello, el estiramiento debe siempre efectuarse después de jugar o practicar para permitir a los músculos relajarse y no quedar tensos.
Para más información acerca de programas específicos de entrenamiento físico para el golf, pueden visitar el sitio de Kai: www.kaifitnessforgolf.com